Las altas y bajas que ha tenido la economía argentina en casi toda su historia pero que toco su peor momento en el 2001, dejo en la total miseria a miles de argentinos, muchos de los cuales hasta el día de hoy viven literalmente en la calle.
No es raro pasar por las avenidas más importantes de Buenos Aires y encontrarse con personas revolviendo la basura para comer y revender los desechos de comida, así como en la puerta de un lujoso hotel a un matrimonio con varios niños durmiendo en una colchoneta a la intemperie.
Hoy, en tres de cada diez hogares de la Argentina los ingresos percibidos por sus integrantes no son suficientes para cubrir los consumos que consideran necesarios para mantener una determinada calidad de vida. La situación es más grave en los hogares en los que hay niños.
En esa franja, casi el 40 por ciento no recibe el dinero necesario para su consumo habitual, según la Encuesta de la Deuda Social Argentina (EDSA), de la Universidad Católica Argentina (UCA), realizada en 5712 hogares de 17 aglomerados urbanos del país.
Lo que llama la atención es que el gobierno argentino revelo este año que “La pobreza se redujo al nivel más bajo en los últimos treinta años" a través
del Instituto Nacional de Estadística y Censos (Indec), aunque la realidad y el sentir de las familias menos pudientes no sea el mismo.