"Ha sido tal vez el capo más buscado de los últimos tiempos, 20 años dedicado a todo tipo de crímenes y alianzas perversas con paramilitares y las FARC", declaró Santos al anunciar la detención en una alocución al país por radio y televisión.
Las autoridades de Estados Unidos ofrecían cinco millones de dólares de recompensa por informaciones que facilitaran su captura.
Finalmente, el arresto se concretó con ayuda de la agencia de inteligencia británica, la CIA y el gobierno venezolano. “Quiero agradecerle al presidente Chávez y a su equipo esta gran colaboración”, dijo el presidente de Colombia.
El mandatario Juan Manuel Santos explicó que el capo era jefe del criminal Pedro Oliverio Guerrero alias “Cuchillo”–muerto en 2010 en un operativo militar- y dirigía el grupo narcoparamilitar Ejercito Revolucionario Popular Antiterrorista de Colombia (ERPAC).
El anuncio oficial también señaló que Barrera había reemplazado a Miguel Arroyave en el control de “esa cadena de criminalidad” en el oriente del país.