Y es que el incendio que se declaró el pasado 30 de agosto en la provincia de Málaga, arrasó más de ocho mil hectáreas, entre las que se encontraba su finca, una de las más bellas del Mediterráneo, que quedó calcinada.
"Los daños que me haya podido provocar a mi es lo de menos, porque todo volverá a florecer.
Lo terrible es la vida que se ha llevado, las personas afectadas en sus medios de vida, las pérdidas de tantas gentes", añade Julio, que se rebela contra las circunstancias de la tragedia alzando la voz con una firme denuncia en forma de manifiesto.