El ex presidente de la República, Hipólito Mejía puede expresarse de mil maneras y nadie le va a poner atención.
Su desgobierno puso de manifiesto la incapacidad y el retroceso, de manera que es prudente el entendimiento de su derrota.
Muestra una terrible enfermedad, producto de no haber podido lograr retornar al poder y eso lo tiene loco.