Distinguido Joseph Cáceres:
Manuel Rosario |
Con todo el respeto que me merece el señor Rhadames Ávila, creo que la queja del Pachá es legítima.
La laboriosidad de éste titánico y meritorio comunicador social no estriba en su ‘agenda a casa llena’ sino a la alegría que le transmite a la gente de pueblo con su abastecimiento innato impregnado en cada palabra pronunciada con una dicción impecable, fluidez excelente y entonación imperativa que lo acredita como un extraordinario representante del micrófono.
Nunca he tenido una estrecha relación con este respetado artista de la palabra divertida, empero, entiendo que no es justo que tanto Frederick Martínez como Alipio Coco Cabrera hayan sido víctimas del segregacionismo tácito de la política implícita de Acroarte que desmedra la desenvoltura eficaz de estos dignos arquetipos del sano entretenimiento.
Desafortunadamente, no sólo los políticos muchas veces son adoquines que se achispan con el poder, también los ‘jalifas’ que representan Acroarte pueden achisparse desde sus cimborios organizacionales.
Sería atinado pues que los 'honorables jueces' responsables de otorgar los premios ‘Soberano” tomen en cuenta que honestamente hablando la diáspora dominicana no cuenta con un locutor de la talla de El Pachá.
Este joven talentoso, fuera de las desavenencias con la Asociación de Cronistas de Arte y sus respetables representantes, es merecedor de ser nominado por todo lo alto.
Si se sigue ignorando su capacidad sobrada, desde el extranjero y sin apego a lo mezquino, puedo asegurar que el embrollo apunta hacia una minuficacia chunga carente de intelectualidad apreciativa.
Atentamente,
Manuel Rosario
Escritor dominicano residente en Pennsylvania