Un equipo británico está desarrollando un auto que dicen será capaz de alcanzar los 1.630 km/h.
Propulsado por un cohete acoplado a un motor a reacción, el Bloodhound SSC quiere batir el actual récord mundial de velocidad de 1.227 km/h.
El auto estará hecho de acero y aluminio, aunque para la parte frontal del vehículo se está utilizando mucha fibra de carbono.
Las pruebas de este cohete se realizarán en los próximos meses y las primera de todo el sistema se realizará con agua des-ionizada, para comprobar que no se den fugas.