Tras cometer la masacre en el cine de Denver, James Holmes confesó a las autoridades policiales que en su vivienda había "elementos inflamables o explosivos".
Por ello, una unidad de fuerzas especiales entró por las ventanas del apartamento, ayudados por cámaras de fibra óptica.
"Podríamos estar aquí días", contó al diario Denver Post el jefe de la policía de Aurora, Dan Oates.
Según el periódico, los habitantes del complejo de viviendas -reservado a estudiantes, profesores y personal de la facultad de Medicina de la Universidad de Colorado- y otros edificios colindantes han sido evacuados.
Además de los explosivos, el presunto autor de los disparos podría almacenar en el apartamento municiones y armamento, además de las cuatro armas y bombas de gas que se cree que uso en el tiroteo.