Paris Hilton dejó muy poco a la imaginación al tratar de ajustar su bikini mientras disfrutaba del sol en un lujoso yate en Australia.
Los paparazzis, esos seres que la siguen a todas partes con cámara en mano listos para pillar cualquier indiscreción, lograron capturar la fina línea de bronceado que logró la heredera con un hilo dental previamente.
Este no fue el único episodio escandaloso protagonizado por la chica de 31 años en Australia, y es que en una entrevista una reportera le preguntó lo siguiente: “¿Qué pasará cuando no seas famosa? ¿Qué piensas hacer?”.
Si bien la espigada rubia contestó que quiere tener hijos y ser capaz de llevar una “vida normal” con su familia, trascendió que la interrogante sobre su fama no le cayó muy bien por lo que vetó a la periodista y a la estación para la que trabaja de cualquier evento en el que hizo acto de presencia en Sydney.