Los fabricantes de software Microsoft y Symantec dijeron que desbarataron una operación mundial de crimen cibernético al apagar los servidores que controlaban acientos de computadoras, sin que sus usuarios estuvieran al tanto.
La medida hizo que fuese temporalmente imposible para las computadoras infectadas en todo el mundo realizar búsquedas en Internet.
A su vez, ambas firmas aseguran que ofrecieron herramientas gratuitas para limpiar las máquinas a través de mensajes que fueron automáticamente lanzados a los equipos infectados.